La vida, por mucho que la disfrutemos, es corta. Principalmente porque nos aboca a una serie de tiempos muertos que acaban por extinguirla. Toda una serie de contratiempos que desvirtúan la propia obra y minan nuestra habilidad para sortear el abismo. Es difícil no perder el tiempo en estos tiempos que corren.
Dustin O’halloran parece de los pocos en este hemisferio que se ha centrado en la síntesis de la vida. Se nutre de belleza y se empeña en construir narraciones sonoras que podrían conformar un cuaderno de bitácora. Cuando estaba en su anterior proyecto Devics (grupo de pop melancólico donde los haya) , sabía que aquel no era el lugar , motivo suficiente para ponerse en solitario.
ACME Ensemble se ocupa de la sección de cuerda, Adam Wiltzie, componente de Stars of the Lid, de la guitarra, Peter Broderick del violín. Dustin, se reserva el papel principal: el piano. Con ellos construye un álbum de corte neoclásico y cinemático muy grande.
Tanto si has logrado vencer las adversidades como si te sientes el ser más incomprendido del mundo , podrás escuchar este disco y pensar que todavía hay cosas que valen la pena. Si no, ¡! muere!!
“Ahora estoy mejor; al menos, ya me aburro como todo el mundo. Incluso leo”.
Sí, es Lars Von Trier. En un mundo donde las apariencias engañan y el buenrollismo parece ser la regla principal de convivencia, siempre es de agradecer un tio que habla como piensa pese a quien le pese. El danés es de los tipos más odiados por ello. Por eso se venga de la mezquindad humana haciendo películas, últimamente haciendo ruedas de prensa …….¿Se podría decir que el sr .Von Trier odia a la Humanidad ? Descaradamente.
En Rompiendo las Olas (1996), Von Trier se ceba con la religión y pone a la protagonista de costumbres victorianas , Bess , en situaciones difíciles de soportar .La casa con un hombre que tiene un accidente que le deja parapléjico y la obliga a tener relaciones sexuales con otros hombres como sacrificio para sanar a su marido. Curiosamente la hace morir a ella antes que a él. Fuck you number 1. En Los idiotas (1998) se empeña en decirnos que el mundo en una convención y que más vale comportarse como un subnormal para alejarse del yugo social. En Dancer in the dark (2000), martirizaba a la sufridora de Bjork, minando su extrema bondad para destruir su identidad. Es en Dogville (2003) donde su ímpetu por abordar las contradicciones humanas da mejores frutos; opta directamente por elimina todas las paredes y decorados como en una obra de teatro y logra hacer visibles las intenciones de sus pérfidos protagonistas .Con Antichrist incide de nuevo en los miedos y neuras que asolan la mente humana y que la llevan al fracaso de la inteligencia.
¿Cómo se puede ir más allá? Obviamente haciendo llegar el apocalipsis. Con Melancholia entronca la fatiga existencial del personaje principal (interpretado por Kristen Dunst), fluctuante entre el falso optimismo y el fiero derrotismo, con el fin del mundo. La última escena de Melancholia debía ser arrebatadora y Von Trier al fin lo consiguió; un planeta se acerca y choca contra la Tierra. No somos nadie. Adiós muy buenas.Es el fin de todas las cosas; de todos los padecimientos, de todas las crisis económicas, de todo el hambre en África, de las clases sociales, de las relaciones laborales, de las mentiras de la ciencia, de nuestras absurdas preocupaciones. Claire (interpretada por Charlotte Gainsbourg), es el contrapunto de su hermana, la parte racional de la película, del mundo. Viendo su fin inminente, la pobre criatura pretende darle un sentido más amplio a su existencia. Carne de cañón para el danés porque Melancholia viene a por ella. A por todos. Memento mori; sois carne y en cenizas os convertiréis. Jodeos.
