Los barceloneses Paperhouse optaron por unos referentes no muy comunes en el indie español de la primera época. En aquella época donde todo el mundo copiaba a Sonic Youth, que saliera un grupo de slowcore tipo Low o Red house painters (de los que no tenían nada que envidiar), era algo muy raro.Tanto que el disco, de título premonitorio, no tuvo continuidad y cayó en el olvido.
El disco fue grabado por Kramer y todo, muy conceptual, es muy bueno en cuanto a sonido y composiciones. Canciones de pop vaporoso , en castellano, largas, oscuras. Muy expansivas. Y entran a la primera. De los pocos discos que he escuchado muchas veces.
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